martes, 22 de enero de 2019

CURSO IMPARTIDO POR SANDRA ELSTER








Comenzamos el año con fuerza y con ganas de ampliar conocimientos, para ello este fin de semana pasado, los días 19 y 20 de enero, nos desplazamos desde Futenkan Dojo hasta Oviedo para asistir al curso impartido por la DaiShihan Sandra Elster, desplazada desde Munich en Alemania y organizado por el DaiShihan Elías Canal , al que casi todos en la organización Bujinkan conocemos por ser uno de los instructores más antiguos de España y sobre todo por su estupendo trabajo a través de su blog "Bujinkan Asturias". Los organizadores -Elías y sus alumnos de Oviedo-, han realizado un fantástico trabajo; las instalaciones fueron inmejorables, muy bien climatizadas para hacer frente al frío mes de Enero de Asturias y un tatami amplio y cómodo. Como siempre la hospitalidad propia de los asturianos ha sido inmejorable, y la comida como siempre abundante, y para socorrernos estuvo Benjamín, el alumno más veterano de Elías para hacer de traductor.

La mañana del sábado comenzó con unos ejercicios de rodamientos, que además de ser un buen calentamiento nos sirvió para corregir la fluidez del movimiento, de hecho hubo un concepto que Sandra estuvo machacando y que me gustó bastante esa idea al decirnos: "tenéis que desaparecer al final del movimiento, no haced ruido, esfumarse al final del rodamiento..."
Seguidamente estuvimos entrenando técnicas básicas, tales como Omote gyaku, Ura gyaku, Musha Dori, entre otras, y en las que estuvimos trabajando las líneas angulares y el desequilibrio a Uke para evitar utilizar la fuerza y una confrontación en la técnica.


Recuerdo cuando en los años 90 veía en los Taikais del maestro Hatsumi cómo se movía Natacha, una de las primeras instructoras en Europa, y en cierto aspecto me recordó esa forma rápida y resolutiva de movimiento en Sandra, cómo se mete en el espacio de Uke haciendo que de manera caprichosa éste se mueva al son de Tori.
Nos comentó la similitud del movimiento de una medusa, la cual es aparentemente estática, inofensiva, adaptada al movimiento de su entorno que es el agua, mimetizada y difícil de ver pero sin embargo puede llegar a realizar un daño casi irreparable a su enemigo cuando con la sola intención de tocarla. Esta es la razón por la que según ella puso su nombre al Dojo y en honor al mismo llevaba una camiseta preciosa, con el dibujo de unas medusas en el mar....como ella decía, ni un dragón, ni un tigre, ni un lobo,....simplemente una medusa....la verdad que me pareció super original.
Reconozco que una de las aplicaciones que más me gustó fué la realizada en la técnica Musha Dori, ya que lograba mantener un control al codo y al hombro sin tener que elevarlo en exceso, prácticamente realizaba el control con el cuerpo en lugar de con su brazo, ...muy interesante.


En definitiva, un curso con un buen montón de material y de conceptos para entrenar, y una instructora con gran capacidad técnica que me ha encantado, y sobre todo simpática y amable y a la que sin duda no dudaré en volver a acudir a otro de sus cursos.




Artículo realizado por nuestra compañera
Helena I. Guillén Ruiz

No hay comentarios:

Publicar un comentario