Tras
un año de entrenamiento en el "Futenkan Dojo", quiero expresar mis sentimientos y
experiencias en la práctica de la Bujinkan.
Empecemos
por el principio; siendo nuevo en Morón de la Frontera y estando bastante
desubicado me informan de que hay un dojo de la Bujinkan en este pueblo, yo
amante de las Artes marciales tradicionales japonesas nunca había pensado
entrenar bujinkan puesto que mis anteriores intentos no fueron todo lo esperado
por mí.
Tras más de 16 años de práctica en otro Arte marcial tradicional
japonés me veía en la tesitura de entrenar en solitario ese estilo o probar
otra vez con la Bujinkan cosa que quería hacer pero me llenaba de recelo, así
con mis pensamientos y reflexiones me puse en contacto con los integrantes de
Futenkan Dojo y solicité permiso para entrenar, y para mi primera sorpresa me
dieron los horarios y una gran predisposición al entreno (cosa que en otros
sitios donde había intentado entrenar lo primero era el tema económico), al
colgar, me di cuenta de que este "dojo" era diferente, algo me picaba la barriga,
un sentimiento me decía que esta vez sí había encontrado un auténtico "Dojo de
Bujinkan" y yo no iba a dejar pasar esta oportunidad.
Al día
siguiente me encaminé a mi primer entrenamiento, con muchas ideas en la cabeza,
sensaciones, emociones y sobre todo una gran expectación de saber quiénes serían
estos del Futenkan Dojo de la Bujinkan.
Al
fin llegué al Dojo y me presenté a J.M. y H.G. que tras explicarme su
funcionamiento con una sonrisa me dejaron y disiparon las dudas, “dentro del
tatami no sé cómo serán pero fuera son unos tíos agradables” esa fué mi
sensación a los 5 min de llegar.
Me
cambié y entré al tatami, un aire y un espíritu diferente a cualquier multi
Gym o cualquier sala de multiusos para muchas actividades, ese tatami, ese
suelo verde con paredes blancas y techos altos tiene algo diferente, puede que
sea el sitio pensaba yo,... hoy un año después de ese día afirmo que el sitio hace
mucho pero realmente los que entrenan e imparten clase son los encargados de
que sea tan diferente, pero sigamos hace un año.
Tras
el calentamiento y las primeras explicaciónes de técnicas conocí a otros
compañeros, J.P. y A.M. y comencé a practicar, cuando me quise dar cuenta
estábamos saludando para irnos…. “¿qué ha pasado ya la clase?, tan rápido?” en
fin, siempre que haces algo que te gusta el tiempo pasa muy rápido y no somos
conscientes hasta que llegamos a casa, de cómo ha sido ese momento, y así iban
pasando días, entrenos y prácticas cada día algo diferente, cada día una
emoción alterna, poco a poco y sin darme cuenta me introduje en sus vidas y
ellos en la mía, hasta tal punto que un año después estoy totalmente integrado
en la comunidad de Morón de la frontera, y es gracias al Futenkan Dojo quien es
más que un simple dojo de artes marciales, es una comunidad de amigos, que están
cuando los necesitas para lo bueno y lo malo, un apoyo, una cervecita, solo
puedo dar las GRACIAS a todos los componentes de este dojo tan Familiar por
hacerme cambiar mis ideas principales y enseñarme lo que realmente es BUJINKAN.
Os invitamos a leer el artículo que ha escrito en el blog de Futenkan nuestro compañero José Carlos Nougués sobre su experiencia entrenando Bujinkan. Gracias Jose Carlos por este alabador artículo
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